Mindfulness y estrés

Mindfulness y estrés son términos que nos hemos acostumbrado a ver juntos, porque el primero se ha convertido en el mejor remedio para combatir el segundo, incluso para evitar su aparición. ¿Sabes qué es realmente el estrés y cómo te afecta? ¿Qué puede hacer el mindfulness para ayudarte? Es hora de averiguarlo.

Qué es el estrés y síntomas

El estrés es la pandemia silenciosa. Un fenómeno que afecta a gran parte de la población y del que pueden derivarse nefastas consecuencias para la salud a nivel físico y mental.

Se trata de una respuesta natural de nuestro organismo cuando el cerebro interpreta que estamos ante un desafío que nos exige un importante esfuerzo a nivel físico o mental. Esto da lugar a una sobre activación del organismo a fin de hacer frente con éxito a ese reto.

A priori, el estrés no es malo, nos obliga a salir de nuestra zona de confort y a afrontar nuevos retos. De hecho, el ser humano no habría llegado donde está hoy si no fuera por él. El problema surge cuando esa situación que pone a nuestro cuerpo y nuestra mente en alerta se mantiene a lo largo del tiempo, porque acaba por generar un desgaste a nivel físico, emocional y mental.

Los síntomas de estrés pueden variar de una persona a otra, pero entre los más habituales hay que destacar los dolores de cabeza que aparecen de forma regular, el insomnio, los problemas de concentración, el mal humor, los desórdenes digestivos, los problemas musculares, la sensación de fatiga constante y el pesimismo. En los casos más graves, el estrés puede acabar derivando en conductas de abuso de sustancias.

Si padeces alguno o algunos de estos síntomas de manera frecuente, y no hay una causa concreta que los esté generando, es posible que el culpable de los mismos sea el estrés.

¿Qué consecuencias tiene el estrés?

Cuando el estrés se vuelve crónico, puede tener consecuencias sobre nuestra salud a largo plazo.  Si no se trata correctamente, los síntomas que veíamos antes pueden derivar en patologías importantes como la depresión, la obesidad, las enfermedades cardiacas, la aparición de úlceras, los trastornos de ansiedad, la depresión del sistema inmunitario y hasta accidentes cardiovasculares.

Además, un estudio de la Universidad de Yale ha llegado a la conclusión de que el estrés crónico encoge el cerebro, limitando nuestra capacidad para procesar información y reduciendo el volumen del hipocampo, que es el área que se encarga de generar nuevos recuerdos. Es decir, que altos niveles de estrés pueden afectar a nuestra capacidad para procesar la información y limitan nuestra creatividad.

Mindfulness y estres

Y el mindfulness, ¿qué es?

Aunque en occidente nos parece algo nuevo, lo cierto es que las técnicas que componen el mindfulness han sido utilizadas por la cultura hinduista y la budista desde hace cientos de años.

Más que una técnica, es una filosofía de vida que ayuda a quienes la practican a poner el foco en el aquí y el ahora. Esto lleva a los practicantes asiduos a saber cómo perder los miedos internos y cómo afrontar los problemas de forma efectiva.

Nos ayuda a liberarnos de las cargas emocionales que todos llevamos con nosotros, a fin de poder devolverle a nuestro cerebro la serenidad que necesita para poder cumplir sus funciones con normalidad.

La técnica parte de la idea de que nuestro cerebro es el auténtico motor de nuestro cuerpo. Si él no está bien, el resto del organismo comenzará a fallar. Por tanto, hay que aprender a calmarlo y a centrarlo. Lograr que ponga el foco de atención en lo que está pasando ahora, sin caer en pensamientos recurrentes, centrarse en malas experiencias del pasado, ni anticipar cosas que no sabemos si van a suceder.

Si lo piensas bien, nuestro cerebro invierte mucho tiempo en repasar cosas que han ocurrido en el pasado y en imaginar lo que podría pasar de cara al futuro y esto es una fuente de estrés y ansiedad que se une a las fuentes de estrés y ansiedad que afrontamos cada día (el trabajo, los estudios, el cuidado de la familia, etc.) Con el mindfulness lo que buscamos es sacar a nuestra mente de ese bucle y que se tome las cosas con tranquilidad, centrándose únicamente en las preocupaciones del momento presente, con el objetivo de poder darles una solución.

¿Cómo ayuda el mindfulness a reducir el estrés y la ansiedad?

Esta técnica nos ayuda a tener un mayor control sobre nuestro cerebro, lo que nos permitirá hacerle parar cuando entre en ese bucle, de darle vueltas a lo que sucedió en el pasado o a lo que podría ocurrir en el futuro.

A través de ella trabajamos las áreas del cerebro que están asociadas con la serenidad y el bienestar, reduciendo la actividad en aquellas zonas que guardan relación con el estado de alerta y con el miedo.

Si controlamos nuestra mente, lo tenemos más fácil para poner el foco justo donde nosotros queremos, en ese problema real y concreto que tenemos y para el que necesitamos hallar una solución.

Esto se consigue a través de la combinación de técnicas de respiración y de relajación que, practicadas de forma habitual, te otorgan un mayor poder sobre tus pensamientos. Tu cerebro deja de divagar, porque ahora eres tú el que decide en qué vas a focalizar tus pensamientos.

Mindfulness y estres

A través de la respiración eres más consciente de tu cuerpo y descubres qué es lo que le causa tensión. Esa toma de conciencia te ayuda a aceptar esas tensiones y a dejarlas marchar. De esta forma, los niveles de estrés comienzan a descender de forma drástica.

Si controlas tu cuerpo y tus pensamientos, aprendes a reaccionar frente a las tensiones. Serás tú quien las controle a ellas y no al contrario. Esto te permitirá disfrutar del momento presente.

Mindfulness y estrés son las dos caras de una misma moneda, uno es el problema y el otro es la solución. ¿Quieres seguir aprendiendo sobre estos temas? Conoce más sobre el coaching especializado en ansiedad y estrés.

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