Hoy en día estamos rodeados de una gran cantidad de información que puede llegar a saturar. Las nuevas tecnologías pueden ser un inconveniente en nuestra vida cotidiana, cada vez es más frecuente encontrar falta de concentración en jóvenes y adolescentes.
La concentración es un aspecto esencial en el día a día de una persona: es necesaria para actividades tan básicas como leer, estudiar, escuchar durante una conversación o hacer deporte. Para los jóvenes es indispensable desarrollar una buena concentración que les ayude a lograr un buen futuro profesional, por ello hacemos realidad tu sueño de potenciar tu desarrollo profesional desde Click coaching, un espacio orientado a los más jóvenes y destinado a fomentar la buena gestión de sus capacidades y su desarrollo personal.
¿Por qué ocurre la falta de concentración en jóvenes y adolescentes?
La adolescencia es una etapa difícil y repleta de cambios que afectan a todos los niveles. Es habitual que durante este periodo de vida se presenten problemas de concentración.
Por concentración nos referimos a la habilidad que tenemos de focalizarnos en una acción concreta, pasando el resto del entorno a un segundo plano. Una buena concentración es una gran ayuda para obtener resultados rápidos y óptimos a la hora de desempeñar cualquier tarea.
Las causas más comunes de falta de concentración en jóvenes son las siguientes:
Distracciones
La gran cantidad de estímulos a los que nos encontramos expuestos en nuestras sociedades actuales pueden llegar a jugar un papel negativo en lo que respecta a la concentración. Los jóvenes son especialmente vulnerables al encontrarse expuestos a redes sociales, publicidad o pantallas con más frecuencia que otros grupos de edad.
Preocupaciones
Los pensamientos derivados de la preocupación, ya sea por razones importantes o por situaciones triviales, suponen un elemento que coarta la capacidad de concentración y que muchas veces es difícil de controlar. Estos pensamientos intrusivos pueden formar un bucle dañino y en los casos más graves provocar trastornos de ansiedad o TOC.
Desmotivación y perfeccionismo
Es frecuente que los jóvenes sientan desmotivación al verse obligados a realizar tareas o estudios que no son de su agrado. Del mismo modo, a veces la desmotivación puede aparecer debido a una falta de autoestima o a una sensación constante de fracaso.
Incluso aquellos adolescentes o jóvenes que obtienen grandes logros, académicos o de otro tipo, pueden verse afectados por la desmotivación y el perfeccionismo excesivo en lo que se conoce como el síndrome del impostor: un trastorno psicológico que les lleva a sentir miedo y dudas sobre sus propias capacidades, así como la incapacidad de disfrutar de sus éxitos.
En los casos en que se sospecha de sufrir este problema, la mejor manera de saber cómo superar el síndrome del impostor es acudiendo a un profesional.
Ansiedad y estrés
Muchos jóvenes sufren de ansiedad y estrés, ya sea a niveles leves o más graves. La presión social, los cambios derivados de la pubertad, las responsabilidades académicas o los problemas emocionales pueden elevar el nerviosismo y todo ello repercutirá, indudablemente, en la capacidad de concentración.
Cansancio
No dormir adecuadamente hace que las habilidades cognitivas no estén a su máxima capacidad y el cansancio impide poder trabajar o focalizarse de forma adecuada en cualquier tarea.
También, a menudo, el uso excesivo de pantallas horas antes de dormir provoca que aparezcan dificultades para conciliar el sueño, además de ser una distracción en sí misma que también puede hacer que los jóvenes vayan a dormir a horas mucho más tardías de lo recomendable.
Síntomas
Los síntomas de falta de concentración en jóvenes y adolescentes son diversos y pueden variar de una persona a otra, pero generalmente podemos encontrar:
- Poca atención cuando se les habla (no escuchan).
- Dificultad para seguir una lectura o baja comprensión lectora.
- Atención reducida durante las clases (no atienden o se distraen fácilmente).
- A la hora de realizar tareas académicas tardan demasiado o no son capaces de concentrarse.
- Atención deficiente ante recursos visuales, como, por ejemplo: una película.
- Sensación de que están soñando despiertos.
Cómo ayudar a un adolescente con problemas de concentración
La concentración se puede entrenar y mejorar, no necesariamente permanece estática, sino que podemos potenciarla a través de diferentes herramientas.
El primer paso a seguir sería dar con la causa del problema de concentración (social, emocional, familiar, problemas de salud…) y, a continuación, atajarla poniendo en práctica las estrategias pertinentes.
Puede ser recomendable buscar asesoramiento profesional, de modo que se pueda abordar la situación de una manera efectiva y con garantías. No obstante, existen muchas maneras de entrenar los niveles de concentración, especialmente útiles para reducir la falta de concentración en jóvenes y adolescentes.
Algunos consejos para mejorar la concentración son:
- Dormir suficiente.
- Practica ejercicio físico.
- Evitar estímulos y distracciones.
- Practicar meditación.
- Ponerse metas y objetivos.
- Realizar una sola cosa a la vez.
- Crear un plan con el que organizarse.
- Elegir un lugar adecuado para realizar las tareas.
- Leer o escribir.
¿Falta de concentración o TDAH?
A veces, lo que creemos que es simplemente una falta de concentración, puede ser en realidad confundido con un trastorno conocido como TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad).
El TDAH es un trastorno cuya característica más notable es la dificultad a la hora de concentrarse y la tendencia a la distracción. Por ello, es frecuente que se confunda con lo que sería una falta de concentración considerada “normal” y que no sea diagnosticado, con todo lo que ello conlleva.
Si un adolescente o un joven muestra una notable falta de concentración, sería recomendable visitar a un especialista para que se analice su caso concreto y se descarte, o no, el posible TDAH. De lo contrario, un joven que sufre el trastorno y no es diagnosticado, tendrá que lidiar con la frustración e incomprensión tanto de su familia como del entorno escolar y verá mermados su rendimiento escolar, su autoestima y su motivación.
Algunos síntomas del TDAH son:
- Despistes frecuentes.
- Dificultad para medir el paso del tiempo (falta de tiempo, llegar tarde…).
- Realizan sus tareas a última hora.
- Dificultad para planificar actividades con antelación.
- Falta de atención en clase.
- Problemas a la hora de seleccionar información importante o resumir.
- Cambios bruscos y repentinos de humor
- Movimientos corporales y comportamiento inquieto (ejemplo: mover la pierna mientras está sentado)
La adolescencia y la juventud son etapas críticas del desarrollo. Es frecuente encontrar falta de concentración en jóvenes y adolescentes, además de otro tipo de problemas, por lo que acudir a un especialista que le ayude a potenciar su desarrollo profesional es invertir en su futuro y en su crecimiento personal.