Crece el número de personas que se interesan por cómo superar el síndrome del impostor, y eso significa que estamos ante un problema que cada vez es más conocido y que, por suerte, quienes lo padecen están decididos a superar. Para poder hacerlo, primero hay que saber de qué se trata, e identificar sus síntomas.
¿Qué es el síndrome del impostor?
No es infrecuente que personas que han alcanzado el éxito en algunas parcelas de su vida no estén conformes con ello, y sientan que no merecen realmente aquello que han conseguido. Esto es precisamente el síndrome del impostor.
Un trastorno psicológico que lleva a quien lo padece a dudar de sus propias capacidades. El afectado pensará que lo que ha conseguido se debe a factores como la suerte, y que pronto los demás acabarán por darse cuenta de ello. Es, ni más ni menos, que el miedo a no estar a la altura de lo que esperan los demás.
El no reconocer los logros propios nos genera un gran desgaste anímico, afecta a nuestra autoestima, y puede dar lugar a importantes episodios de estrés y ansiedad.
¿Qué lo causa?
Dinámicas familiares disfuncionales durante la infancia
Existe más riesgo de que aparezca este trastorno en personas que en su infancia sufrieron mucha presión para obtener buenas notas y destacar en el ámbito académico o en cualquier otro, pero también cuando dentro de la familia siempre se reconocían más los logros de otro miembro o, directamente, cuando el reconocimiento de los éxitos de cualquier persona de la familia era muy superficial.
Estereotipos de género
Siete de cada 10 personas pueden llegar a sufrir el síndrome del impostor, y la gran mayoría son mujeres. Porque en su caso existe una mayor presión social para conjugar la vida profesional con la maternidad.
Altos niveles de autoexigencia
Ocurre cuando una persona tiene un alto concepto de sí misma y se plantea metas que al final le resultan imposibles de alcanzar, ya que esto acaba generando grandes cantidades de ansiedad y hasta bloqueos mentales.
Disfunción entre el esfuerzo y la meta alcanzada
Hay mayor riesgo de que aparezca este problema en personas que tienden a hacer grandes esfuerzos a todos los niveles para conseguir objetivos que no les llegan a compensar.
Síntomas que indican que puedes sufrir este síndrome
Falta de confianza en uno mismo
Las personas afectadas por este trastorno no confían en sus habilidades, aunque tengan muchas y buenas. En consecuencia, no están desarrollando todo su potencial y se sienten inferiores a los demás.
Hay falta de confianza cuando la persona no se valora lo suficiente, cuando no cree que pueda asumir ciertos retos, cuando tiene miedo al fracaso, y también cuando piensa de forma constante que no se merece aquello que ha conseguido.
Insatisfacción permanente
Esa falta de confianza y la baja autoestima llevan a la persona a estar eternamente insatisfecha con su vida, porque considera que no se ha esforzado lo suficiente para lograr los éxitos que ha conseguido, y que tarde o temprano esos logros se derrumbarán como si se tratara de un castillo de naipes.
Ansiedad y tristeza
El tener la mente puesta de forma constante en lo que podría pasar es una gran fuente de ansiedad. Fenómeno que, por otro lado, puede derivar en otros síntomas como bajada de la productividad y de la motivación, insomnio, trastornos de la alimentación, etc.
Además, el síndrome del impostor suele ir aparejado a un gran sentimiento de tristeza y hasta desesperanza, porque quien lo padece no es capaz de encontrar una salida a su situación.
Sin embargo, sí se puede luchar contra este problema. ¿Sabes qué es el coaching emocional? Es una herramienta que podría ayudarte mucho a superar esta situación, como poner en práctica los siguientes consejos.
Cómo superar el síndrome del impostor
Separar los hechos de los sentimientos
Coge papel y lápiz y haz el esfuerzo de pensar en tus méritos de forma objetiva, como si fueran los de otro, dejando a un lado tus sentimientos. Deja constancia por escrito de aquellos pequeños y grandes éxitos que has conseguido en tu vida laboral y también en tu vida personal.
Cuando sientas que llega un episodio fuerte de síndrome del impostor y te sientas mal, recupera esta lista y pon de nuevo tu mente en “modo objetivo”. Revisa tus méritos y céntrate solo en ellos, olvidándote de cómo te sientes con respecto a ellos.
No ignores tus sentimientos
No se trata de que ignores tus sentimientos, sino de que aprendas a manejarlos. Si hay algo que te hace sentir mal, puedes dedicar algo de tiempo a profundizar en ese sentimiento. ¿Qué es lo que realmente te está llevando a sentirte insatisfecho cuando acabas de presentar un informe por el que tu jefe te ha felicitado?
Explora tus sentimientos y revisa si están realmente basados en la realidad. ¿De verdad deberías sentirte mal por conseguir un logro basado en tu esfuerzo? Está claro que no, así que después de analizar tus sentimientos olvida aquellos que no estén basados en la realidad.
Celebra tus logros
Con el paso del tiempo deberías empezar a ser consciente de que no tiene nada de malo poner en valor tus capacidades y habilidades, y reconocer y disfrutar de los logros que has ido consiguiendo con tu trabajo y tu esfuerzo.
Cuando sientas que has hecho algo bien, celébralo. Toma ese postre que tanto te gusta, invita a tu pareja a cenar, o date ese capricho que nunca te permites.
Busca ayuda especializada
No es nada fácil saber cómo superar el síndrome del impostor. Dejarlo atrás requiere un gran trabajo para ganar autoestima y confianza en uno mismo. Sin embargo, el camino a recorrer te resultará más sencillo si tienes ayuda a tu lado. Si no puedes con tu problema, ponte en manos de especialistas que te ayuden. Contacta con nuestro equipo y empieza hoy mismo a recorrer la senda de la recuperación.